Ética profesional de Lauro Legal

  • La Abogacía es una profesión libre e independiente que presta un servicio a la sociedad en interés público y que se ejerce en régimen de libre y leal competencia, por medio del consejo y la defensa de derechos e intereses públicos o privados, mediante la aplicación de la ciencia y la técnica jurídicas, en orden a la concordia, a la efectividad de los derechos y libertades fundamentales y a la Justicia.
  • Además en  el  ejercicio  profesional, de la abogacía España  queda  sometido  a la  normativa legal  y  estatutaria,  al fiel cumplimiento  de las  normas  y  usos  de la  deontología  profesional  de la Abogacía  y al  consiguiente régimen disciplinario colegial.
  • Por ello Lauro Legal, consciente de la labor social tan importante que cumple la asesoría jurídica, sigue con escrupulosidad y lealtad plena  las normas éticas y deontológicas vigentes para el ejercicio de la abogacía.
  • Estas normas  se pueden consultar a través de los siguientes enlaces:
Código deontológico 

Estatuto de la abogacía

Los valores superiores de Lauro Legal, abogacía España.

  • Cercanía en las relaciones con las personas.
  • Lealtad, honestidad y sinceridad con nuestros clientes.
  • Secreto profesional.
  • Máxima implicación en cada trabajo encomendado.
  • La excelencia como objetivo en todas y cada una de las acciones de nuestro despacho.

Decálogo de San Ivo (1253-1303)


  •         El abogado debe pedir ayuda a Dios en sus trabajos, pues Dios es el primer protector de la Justicia.
  •         Ningún abogado aceptará la defensa de casos injustos, porque son perniciosos a la conciencia y al derecho profesional.
  •         El abogado no debe cargar al cliente con gastos excesivos.
  •         Ningún abogado debe utilizar, en el patrocinio de los casos que le sean confiados, medios ilícitos o injustos.
  •         Debe tratar el caso de cada cliente como si fuese el suyo propio.
  •         No debe evitar trabajo ni tiempo para obtener la victoria del caso que tenga encargado.
  •         Ningún abogado debe aceptar más causas de las que el tiempo disponible le permite.
  •         El abogado debe amar la Justicia y la honradez tanto como las niñas de sus ojos.
  •         La demora y la negligencia de un abogado causan perjuicio al cliente y cuando eso acontece, debe indemnizarlo.
  •         Para hacer una buena defensa el abogado debe ser verídico, sincero y lógico.